Joe Hill

Creo que no es la primera vez que declaro mi admiración por Stephen King. Y sé que cada vez que lo hago, recibo más de una reprimenda en clave de exhorto que me quieren llevar a lecturas, digamos, mucho más literarias. La primera novela que leí de este prolífico autor (dicen que tiene más de cincuenta libros y un ingreso anual que llega a los 40 millones de dólares) fue El resplandor, y luego de ver a Nancy Allen desnuda (yo tenía 17 años y era sumamente hormonal) en la adaptación de Carrie por Brian de Palma, como que me animé a coger esa novela, llevándome, eso sí, una gran decepción, pero no porque Carrie sea una obra fallida, sino que, como todo lector obnubilado por un escritor que empieza a gustarte, esperaba algo más; empero, los libros de King me darían muchísima compañía en aquellas noches en las que el insomnio apuntaba a no desaparecer.

Ni bien terminé de leer esa obra maestra titulada Apocalipsis, no tuve ni la más mínima duda de colocar a King al mismo nivel de Poe y Lovecraft. Pues bien, en estos años mis lecturas de King han experimentado un ligero bajón debido a cierta saturación que solo yo noto como peligro, lo mismo me pasa con otros autores. Sin embargo, hay una novela extraordinaria de este patita a la que sí me gustaría hacerle justicia puesto que ha pasado muy desapercibida, Un costal de huesos. Y en los próximos días me sumergiré en Cell y así reencontrarme con él.

Uno pensaría que después de King no tendríamos otro escritor que sepa escribir sobre misterio, al menos yo lo "pensaba" así, pero mientras leía el suplemento Magazine del diario El Mundo, me topé con un artículo sobre la exitosa El traje del muerto, la cual está entre las 10 novelas más vendidas en España, y lo que me llamó la atención es que su autor es el segundo hijo de mi pata King, Joe Hill. La impresión que tengo es que se trata de un joven narrador con talento y lecturas encima a quien se le tiene que seguir la ruta. Me ha gustado bastante ese artículo. Lo pueden leer aquí.