sábado, agosto 30, 2008

Pedrito García



Hace unas horas acabo de regresar de la exitosa (casi doscientas personas) presentación de THE CURE EN HUANCAYO, del buen Ulises Gutiérrez, quien, seamos justos, se cansó de firmar todos los ejemplares. (El texto que leyó el debutante escritor es el mejor que he escuchado en todo el tiempo que me ha tocado estar en presentaciones y charlas. Fue extremadamente conmovedor.)

Como dije, acabo de llegar a mi casa, se supone que tengo que dormir pero sueño es lo último que siento en esta tarde. Así es que me dedico a huevear un toque por la red, escucho algo de música y miro sin mirar el partido de fútbol entre La Universidad San Martín y el ya descendido Sport Boys.
Los rosados abren el marcador por intermedio del ex ídolo celeste, de corazón blanquiazul, Flavio Maestri. La barra porteña está entusiasmada, todo indica que los refuerzos van a ayudar a mejorar. En eso, el mejor jugador de la San Martín, y desde hace rato del fútbol peruano, el bautizado por la prensa deportiva como El Romario de los pobres, Pedrito García, se encarga no solo de empatar el partido sino también de voltearlo.
Resultado final: 5 a 2 a favor del equipo que compró su derecho a jugar en Primera División.

Días atrás leí la lista de convocados de Chemo del Solar para los partidos contra Venezuela y Argentina. Como no podemos contar con los tarados de la noche putañera del Golf, el técnico se ha visto en la necesidad de llamar a jugadores que en jamás soñaron (porque no merecían) integrar una selección, la que, como tú y yo sabemos, está signada por la falta de profesionalismo de sus peloteros, cuya cabeza deportiva se muestra renuente a la autocrítica y la honestidad (porque se acepta dirigir una selección para aportar, no para aprender), y ni hablar de la corrupción maquillada, de conchudo descaro, de sus dirigentes.

Chemo del Solar, eterno suplente de Fernando Redondo en el Tenerife (recordemos también que renunció a la selección en las eliminatorias para Francia 1998, la cual no clasificó por diferencia de goles), debe tener algo personal contra Pedrito G. Es la única explicación razonable por la que no ha llamado al mejor jugador de un campeonato mediocre. A este futbolista, seamos justos, le han faltado verdaderas oportunidades para destacar en algún equipito del extranjero. Además, él ha cumplido cada vez que se ha puesto la camiseta, ha dejado lo que otros no: sudor y buen fútbol.

Tampoco quiero decir con Pedrito G. en el campo vayamos a golear a los llaneros, ni mucho menos que romperemos la cintura de la defensa albiceleste, ni que clasificaremos a Sudáfrica 2010; sino que me llama poderosamente la atención que de lo poco y malo que tenemos, no se tenga a un profesional del balón que, de lejos, marca la diferencia, y que sirve como axiomático ejemplo de lo que César Luis Menotti dijo sobre "los jugadores con mala suerte": “El fútbol es una ruleta rusa, vemos a grandes jugadores que no son aprovechados, que tienen la mala suerte de jugar en ligas no muy llamativas”. Por fin le doy la razón a ese falso Sócrates.

En el video que abre el post, podemos ver un golazo de Pedrito G.

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