martes, septiembre 01, 2009

Sobre la entrevista de Rodolfo Ybarra a Daniel Alarcón

Días atrás la entrevista (publicada en la excelente página chilena Proyecto Patrimonio, o Letras.s5.com) del poeta Rodolfo Ybarra al escritor Daniel Alarcón fue comentada y rebotada en muchos blogs. Debo reconocer que se trata de una muy buena entrevista, pese a las contadas falencias (corregibles) de la edición textual, a lo mejor por cierto apuro en su publicación o por extremada fidelidad con los videos. Fácil se encuentra entre las mejores que se le hayan hecho al autor de RADIO CIUDAD PERDIDA.
Señalemos como una de las virtudes de la entrevista la ausencia de lambisconería, lustrabotismo y sobadismo, actitudes impensables en el Comandante. Hay muchos aspectos a tocar, pero me gustaría centrarme en uno, principalmente por falta de tiempo y porque todavía no leo EL REY SIEMPRE ESTÁ POR ENCIMA DEL PUEBLO. En la pregunta sobre cómo Alarcón se ubicó en la polémica de Andinos-Criollos, el también integrante de la antología DISIDENTES brinda una respuesta por demás honesta e iluminadora, que me ha servido para reflexionar en esta tarde de sol. Aquí va:
Yo me sentí muy al margen de esta conversación y es más, el momento en que me he sentido más extranjero fue en esa discusión porque no la entendía, no entendía de lo que estaban hablando. El escritor de los Estados Unidos es bastante despolitizado, digamos, tu vida artística y tu vida como ciudadano se ve reflejada en tu obra - pero nadie me pregunta si voy a votar por Obama... El subrayado en negro es mío.
Siempre he tenido la convicción de que todas las polémicas son saludables, en ellas entra a tallar principalmente el fundamento del discurso. En el caso Andinos – Criollos, pues esta empezó bien, pero se desvió y premunió de las más viles bajezas que terminaron por infestar la discusión. Sabemos quienes participaron en ella, pero destaquemos a Miguel Gutiérrez, Alonso Cueto y Julio Ortega, que guardaron las maneras, la decencia, en dicha parrillada de egos.
Ante la carencia del argumento, el golpe artero, en el que, oh la criollada, entró a tallar la inclinación política del autor, ya sea para alabarlo o denigrarlo. Desgraciadamente, ese puto espíritu ha sobrevivido a la polémica. Si el escritor X es de derecha o izquierda, por lo visto, se ha vuelto fundamental para no pocos a la hora de valorizar su obra (en especial para los que escriben sobre la violencia política), cuando lo que debería primar, vaya novedad, son los alcances estéticos que la misma pueda tener. Como bien señala Alarcón, es imposible que lo que escribas no refleje ciertas convicciones ideológicas, pero estas no deben estar por encima de la forma, la que finalmente determina el logro literario.
No es gratuito su señalamiento de la despolitización del escritor en Estados Unidos. Tengamos en cuenta que la narrativa norteamericana es la más rica del siglo XX, autores referenciales pueden señalarse hasta por décadas, al punto que estoy convencido de que es imposible que hoy en día un escritor, que se respete como tal, pase por alto su influencia, directa o indirecta. Esta tradición no es fuerte porque así sean las cosas, para nada. Lo es debido a la pensada diferencia que les lleva a no mezclar parcelas políticas, personales e ideológicas; estas pueden dialogar, ampliar el horizonte del interesado, mas no justificarse por su mero contenido o fin.
En nuestro ambiente literario existe pues, como ya señalé, una pútrida preferencia por la ideología del escritor. Recuerdo con mucho asco el maltrato local a LA HORA AZUL de Cueto y de cómo se atacó a Gutiérrez con la reedición de LA GENERACIÓN DEL 50: UN MUNDO DIVIDIDO. Patentes ejemplos, entre muchos, de que tenemos escritores y lectores politizados, ideologizados y personalizados, cojuditos que están a años luz de disfrutar de la revelación que solo los buenos, interesantes y atendibles libros pueden deparar, no importa si estos concuerdan contigo o no.
Imagen, Rodolfo Ybarra y Daniel Alarcón

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Estimado Gabriel
Debe definir su posicion politica, el post es gaseoso

10:12 a.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Apuesto por la literatura, estimado censor.

G

10:13 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

El post está bueno, Gabriel, no hagas caso a los envidiosos.

4:03 p.m.  

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