jueves, diciembre 31, 2009

Lecturas 2009 - Zona del escribidor

Hace unos días recibí un mail del escritor Richar Primo, me pidió una lista de libros, que me hayan gustado en el 2009, para publicarla en su leído blog Zona del escribidor. Como ya hice un recuento de literatura peruana para lfdls, aproveché la ocasión para dejar constancia de algunos libros de autores extranjeros que devoré con placer.

También pueden encontrar las listas de Daniel Alarcón, Alonso Cueto, Fernando Ampuero, Jorge Eduardo Benavides y varios más.
A continuación, lo que le envíe a Richar:

Soy un lector nada sistemático al momento de escoger un libro. En este sentido me considero un lector de instinto.

En cuanto a las lecturas de este año, hice en mi blog un recuento de lo que considero ha sido lo más destacado en literatura peruana. Sin embargo, me gustaría ofrecer pequeñas semblanzas de algunos libros –no necesariamente del 2009- de literatura extranjera que he podido leer y releer. Los recomiendo con entusiasmo, con la esperanza de que los puedan disfrutar tanto o más que yo.

Incendios, de Richard Ford.
Todos conocemos la fama mundial de este visceral narrador norteamericano. Su prestigio a nivel mundial le debe mucho a sus novelas que componen La trilogía Frank Bascombe (El periodista deportivo, Día de la independencia y Acción de gracias). Incendios no tiene ligadura alguna con estas tres novelas. Es más, estamos ante un Ford de respiro carveriano, con el que nos relata el resquebrajamiento de una familia a causa de la infidelidad. Esta historia es contada por el narrador menos pensado: por Joe, el hijo de la pareja, que de adulto se exorciza, a través de la escritura, de los tres días que, en su adolescencia, vio a su madre querer, besar y hacer el amor con otro hombre. La prosa áspera de Ford explora la psicología de los protagonistas, en muchos pasajes Joe parece querer detenerse, sin embargo continua, sabiendo que el enfrentarse con sus recuerdos será la única manera de la que podrá librarse de las cadenas emocionales y por ende perdonar a sus padres y perdonarse. Incendios es una novela sobre la peor de las violencias: la violencia interna de los seres humanos.

Crónica sentimental en rojo, de Francisco González Ledesma.
Ganadora en 1984 del Premio Planeta de Novela, es hoy en día considerada un clásico contemporáneo de la novela policial en castellano. El narrador barcelonés nos perfila al policía Ricardo Méndez, a quien sus superiores, en vista de su pronta jubilación, le designan cuidar un exclusivo balneario de Barcelona. Sin embargo, cierta tarde encuentra en el patio de una casa de playa el pecho cercenado de una niña, este hallazgo es el punto de partida para una de las más desgarradoras crónicas sobre los cambios de poder en los años decisivos de la Transición. La leí hace varios años y regresé a sus páginas por la bien lograda configuración de los personajes, que en el caso específico de los policiales, resulta ser mucho más importante que el mero hecho de resolver un crimen.

El primo Pons, de Honoré de Balzac.
Se trata de la última novela de La comedia humana del glorioso escritor francés. Por mucho tiempo había permanecido catalogada como una novela menor, felizmente en estos últimos años se ha visto favorecida con ensayos y estudios críticos y nuevas ediciones que no dejan de agotarse. En esta novela se nos presenta al músico Pons, quien en su vejez se arrepiente de la vida monótona que ha llevado, de lo mucho que ha perdido por consagrarse a un arte del que solo aspiraba destacar como un músico competente, aceptable. Balzac había depositado todas sus esperanzas en esta novela, tenía seguridad de que iba a ser el libro que lo sacaría de la miseria, pero no fue así.

Dietario voluble, de Enrique Vila Matas
Publicación que considero especial, me hizo regresar a la obra del narrador catalán. Gracias al libro terminé afianzando mi gusto por los diarios literarios. Recomiendo su lectura porque es una muestra de las infinitas posibilidades narrativas que pueden ejercerse en un género –porque lo es- que poco a poco va ganando más adeptos.

Crematorio, de Rafael Chirbes
El valenciano Chirbes es un escritor de perfil bajo, no es un concurrente de los salones literarios de su país. Sin embargo, cada vez que publica sus libros son comentados y favorecidos por los lectores. Para nadie fue una sorpresa que Crematorio haya sido elegida por la crítica y los lectores como la mejor novela en España del 2007. Estamos ante una metáfora de la liberación por medio del dolor, por la que también tenemos una crítica feroz de la frivolidad del hombre de inicios del siglo XXI, entregado a los superfluos fines materiales debido a la galopante carencia de los valores del espíritu.

La trilogía Millennium, de Stieg Larsson
El sueco Larsson fue un digno hijo de Alejandro Dumas. No esperemos de él sorprendentes muestras de pirotecnia verbal, pero sí una estupenda destreza estructural digna de la mejor tradición de las novelas de aventuras, que tiene el único y noble objetivo de enganchar al lector. La trilogía está conformada por Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. De las tres me quedo con la segunda novela, en ella Larsson se adentra en las razones que marcaron la vida de la protagonista la hacker Lisbeth Salander, las cuales están ligadas con un oscuro pasaje de su infancia.

Y una petición: leer todos, pero todos los libros de Philip Roth.

Imágenes: Incendios; y un nuevo fanático de Larsson: mi amigo Richi Lakra con los tres ladrillos de Millennium.
Publicado (y editado por cuestiones de espacio) en Zona del escribidor.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Sobre Millenium ya han salido dos películas... están en POLVOS AZULES!

saludos.

Jesus Jara.

7:06 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Así es, ya las vi. Me quedo con la primera adaptación.
G.

7:12 p.m.  

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