lunes, noviembre 18, 2013

EV-M desde adentro


Me gustan las entrevistas-río y, muy en lo personal, las considero un género literario. En ellas el autor deja algo más que la piel en cada respuesta. Por ejemplo: ¿cómo olvidar las geniales y ahora históricas entrevistas de The Paris Review? Imposible.
Pues bien, tengamos en cuenta que cualquier autor no puede acceder a los terruños de las entrevistas-río. Para ello no solo hay que ser una pluma más que destacada, sino también una capaz de transmitir eco en los otros, en aquellos que escriben y, muy en especial, en los que habitan en el No Lugar-No Tiempo de la lectura.
Quien entrevista cumple un rol fundamental, tiene que ser un conocedor de la obra del entrevistado, un apasionado de su poética. En él recae el éxito o fracaso de la empresa, puesto que interesa el discurso, la ramificación de ideas y conceptos que nos lleven a lo que hay detrás, a lo que sostiene, la obra del autor. Aquí no hay tolerancia para el lugar común.
Si hay un escritor que se ha impuesto como uno de los más relevantes de la narrativa contemporánea, ese es sin duda alguna el español Enrique Vila-Matas. Podríamos acceder a su obra por algunas puertas fundamentales, como París no se acaba nunca, Bartleby y compañía, La asesina ilustrada, El viaje vertical, Dietario Voluble, Suicidios ejemplares, Historia abreviada de la literatura portátil, El mal de Montano y Dublinesca. Al menos estas son las puertas por las que he ingresado más de una vez, puertas que me han llevado a leer casi toda su bibliografía, que a la fecha supera la treintena de títulos.
Ahora, el Vila-Matas de hoy, el referente que leemos y admiramos, tuvo que atravesar un largo camino, un camino sembrado de desdén en sus inicios debido al dominio de la narrativa realista en su país. Cuando en 1973 publica su primera novela, Mujer en el espejo contemplando el paisaje, no había escritor español que no publicara novelas y cuentarios asentados en el más férreo realismo mimético. El realismo, pues, captaba la atención de los medios y la crítica, no existía el más mínimo interés para los que exhibían una poética diferente. En ese contexto el autor empezó a forjar su obra, tan peculiar, tan literaria, tan llena de humor y tan personal, obra que a la fecha ha oxigenado la narrativa escrita en castellano, oxigenándola no solo con sus libros, sino también con sus artículos periodísticos, tejiendo puentes con otras tradiciones que a más de uno le ha permitido armar un canon personal.
Ya sea como vilamatiano o enfermo de literatura, no dudé en sumergirme en las páginas de Fuera de aquí (Galaxia Gutenberg, 2013), en donde Vila-Matas conversa con su traductor al francés André Gabastou. Gabastou, como pocos, no solo es un conocedor al detalle del catalán, sino también su amigo. Ambos aspectos le permiten a Vila-Matas explayarse en este minucioso recuento de su obra, obra a la que no deberíamos mirar como exclusivamente literaria, sino también como una nutrida de cine, música y artes plásticas.
Pero no solo estamos ante una secuencia de conversaciones. Podríamos decir que Fuera de aquí es también un Libro- Objeto, en donde encontramos una selección de fragmentos de la obra de Vila-Matas que complementan su visión de la vida y de la literatura; de igual modo fragmentos inéditos, extraídos a lo mejor del interminable dietario que él no deja de escribir; como también fotografías de archivo. Es que si se va a leer a este escritor, nada tiene que ser convencional.
En la casa Vila-Matas nos encontramos con pasajes biográficos axiales que configuraron su propuesta/apuesta, la que no ha dejado de descansar en la persistencia, a la que alimentó/retroalimentó con las epifanías de Georges Perec, Walser, Kafka, Raymond Roussel, entre otros. Recorremos toda su bibliografía y resulta imposible no pensar en ese sendero agreste y salvaje que significa creer en lo que se está haciendo. Estamos ante un viaje lisérgico y creativo en el que encontramos refundaciones de registros; a saber, el ensayo, presente en toda la producción de nuestro escritor. Este espíritu persistente también lo notamos en los títulos que conforman su etapa de consagración, en la que Gabastou no deja de incidir y en la que el entrevistado lleva a cabo más de una vez, y de distintas maneras (fiel a la inteligencia espontánea), una reafirmación de principios: una mirada amplia a la imaginación en pos de nuevas formas de narrar.
 
Publicado en Lee por gusto.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Tu texto arranca mal. Sería bueno que explicaras qué quieres decir con "entrevista-río".

2:48 p.m.  
Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

hola
creo que lo explico en los tres primeros párrafos. para la próxima trataré de explicarlo mejor.
saludos
G

1:06 a.m.  
Anonymous Voynich dijo...

El anónimo que dice que tu texto arranca mal, lo que hace en realidad es arrancar mal él, porque demuestra ignorar lo que es una novela-río, es decir, una novela que lleva mucho caudal. Sabiendo lo que es una novela-río (término muy utilizado), se puede entender perfectamente captar de qué se habla cuando se habla de una entrevista-río.

3:02 a.m.  

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