miércoles, agosto 20, 2014

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Hábitos de lectura. Escucho, o quizá leo, en los últimos días de los hábitos de lectura. Presto atención a los especialistas que hablan del asunto, analizo al vuelo sus palabras, escruto en la entonación de sus vocecitas, me fijo en los movimientos de sus manos.
Llego a una conclusión: estos huevas a las justas han leído veinte libros en su vida. Como buenos hablan de los hábitos de lectura.
Como todo en la vida, el hábito, en este caso el de la lectura, se aprende del ejemplo, del copiar. Aunque no es una ley, al menos se trata de un principio que podríamos calificar de general. Conozco amigos, grandes lectores, que han forjado su gusto por la lectura sin los inmediatos ejemplos caseros, motivados frecuentemente por la pasión lectora de un profesor. Pero claro, hablo de ejemplos contados, ejemplos que reunidos son nada en comparación al ejército de bestias que pueblan la ciudad, el país, el mundo, el universo.
Los hábitos de lectura se forman y potencian en la niñez. Vaya novedad. Los verdaderos lectores no están sujetos a horarios dedicados a la lectura, los verdaderos lectores leen todo el tiempo, en cualquier lugar, no programan las horas de lectura. Simplemente leen, juntan minutos y horas muertas, repartidos a lo largo del día. El verdadero lector no es el que se pasa horas de horas inmerso en un texto, que lee porque tiene que hacerlo, sino aquel que en estos tiempos de apuros tiene la maña de sacarle la vuelta precisamente a esos apuros y lo lleva a cabo no por saber más o mejorar su culturita, no. El verdadero lector lee por placer, le es imposible ver y entender la vida estando ajeno a la lectura.

1 Comentarios:

Blogger Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

hola Anónimo

de acuerdo con lo que dice JCY, pero debería especificar a qué vendedores de libros se refiere. eso. SS
G

12:44 p.m.  

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